Perseo en Guatemala (Texto de Pablo Bejarano)

Íbamos sobre la carretera, entre los árboles verdes que con sus ramas parecen multiplicar el camino. Sobre las hojas, los tres volcanes aparecían imponentes como pirámides de una edad desconocida. El aire frío iba convirtiéndose, poco a poco, en aliento de sol. De repente pasamos al lado de una peña que, en un punto específico, esboza la silueta de un rostro de mujer. Texto de Pablo Bejarano Íbamos sobre la carretera, entre los árboles verdes que con sus ramas parecen multiplicar el camino. Sobre las hojas, los tres volcanes aparecían imponentes como pirámides de una edad desconocida. El aire frío iba convirtiéndose, poco a poco, en aliento de sol. De repente pasamos al lado de una peña que, en un punto específico, esboza la silueta de un rostro de mujer. Por ese camino llegamos hasta la ciudad de Escuintla y de ahí tomamos otro que nos llevaría, entre cañaverales y montañas rocosas, a nuestro destino. Como serpientes en duelo de velocidad se extendían los cuatro carriles de la au...