CINE - Reseña de Spider-Man: Into the Spider Verse

RESEÑA POR HENRY VARGAS ESTRADA / 26 DE DICIEMBRE 2018 

Poster de Spider-man Into the Spider Verse (Sony Pictures)

La historia de Spider-Man en el cine ha sido definitivamente una de altibajos. Desde el estreno de la maravillosa película de Sam Raimi en 2002, el famoso arácnido ha tenido tres reboots, siendo el segundo uno de los más rápidos que yo jamás haya visto. En los últimos años, ha sido una constante de Sony fallar con el personaje. Y no fue hasta Homecoming que tuvimos una película más o menos buena de Spider-Man desde las originales.

Pero eso no es todo. Si bien es cierto que Homecoming tuvo una buena recepción, muchos fans nos sentimos un poco decepcionados con algunas decisiones que tomó la película del MCU. Por una parte, el cambio de algunos personajes (Mary Jane Watson), la ausencia de otros (Harry Osborn), la decisión de volver a Peter Parker en un protegido de Tony Stark, la inclusión de un supertraje de alta tecnología, etc., etc… no tuvieron sentido para algunas personas. Era obvio que buscábamos algo diferente.

Sin embargo, no sabíamos como lo queríamos. ¿Una película animada? A muchos les pareció rara la decisión. No obstante, Spider Man: Into the Spider-Verse o Spider-Man: un nuevo universo, no es solo una gran película de Spider-Man: es la mejor película del arácnido desde las originales.

Sí, se que suena raro. Y es una declaración muy grande. En primer lugar, muchos pensarán que me la llevo de políticamente correcto por declarar esto al considerar el hecho de que la inclusión de Miles Morales, una versión afro-latina de Spider-Man, es el motivo. Pero no hay nada más lejos de la realidad. Esta película no depende de estos elementos raciales. Es más, ni siquiera hace uso de ellos. Es una película en donde el hecho de que el personaje sea negro y latino es una cuestión puramente circunstancial. En lugar de eso, la narrativa se basa en ideas universales, presentándonos a un personaje que es imposible no amar, pues es tan real que parece salir de la pantalla.

Sin dar spoilers, la caracterización de Miles en esta película es soberbia. Nunca me había sentido tan identificado con una versión del personaje desde Tobey Maguire allá en la época de los 2000. Es impresionante como volver al realismo y dejar de lado los gadgets tontos o las situaciones inverosímiles hacen que la sensación del origen se sienta fresca de nuevo. Porque es cierto, esta es una película de origen de Miles. Aunque eso no significa que Peter Parker esté ausente.

Peter Parker asume dos roles en esta película: primero, es el mentor de Miles; y segundo, es un hombre que finalmente ha dejado de ser un joven inocente. Esto significa que podemos ver la desgracia de ser un personaje que recibe tanta responsabilidad siendo tan joven y el golpe que esto conlleva en la vida. Este reflejo del personaje es tan real, que duele. Pues en cierto modo el famoso lema del tío Ben puede llegar a ser tanto una carga así como un privilegio.

Y es importante todo esto. Estos dos personajes nos llevan por un viaje emocional que me dejó frío. Es cierto que esta película trata de ser divertida, pero no se queda en simple entretenimiento vacío.

Esta es una película de época. Funciona perfectamente como película de superhéroes, así como película animada. En este aspecto, la película muestra elementos visuales muy originales. La apuesta estilística de Sony es ambiciosa e innovadora. Los cuadros se muestran como páginas de un cómic, aunque yo en lo personal quedé asombrado por las expresiones faciales de los personajes. Es un trabajo soberbio.

En fin, no quiero explayarme más. Siento que en cualquier momento puedo emocionarme y spoilear los mejores momentos de la película o muchos de los fantásticos cameos. Solo quiero terminar diciendo que perderse esta película es casi un insulto a lo que arácnido ha significado en los más de cuarenta años de historia que tiene. Y que esta también es un tributo a todo el legado eterno del personaje más famoso (sí, niños, más que los Avengers) de la historia de Marvel.